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viernes, 12 de septiembre de 2014

Reserva Nacional de Paracas e Islas Ballestas

Los arcos en forma de ballesta dan el nombre a las islas.
Pues seguimos con el viaje. La próxima parada fue Paracas e Islas Ballestas, o las también llamadas Galápagos de los pobres. La verdad es que aunque el lugar es bonito, nos decepcionó bastante. Quizás teníamos el listón muy alto con lo que habíamos vivido en la selva.

Lo primero que hicimos fue coger un bus de Cusco a Ica con la compañía Tepsa (de las mejores que hemos probado hasta el momento) IMPORTANTE, puedes comprar los pasajes online. Este trayecto nos costó 135 soles y duró 16 infernales horas. Si eres alto o alta, procura reservar los asientos 3 y 4 o sino 1 y 2, el baño, como en todos los buses solo es para orinar, tenlo en cuenta. Una vez en Ica cogimos un taxi por 100 soles que nos llevaría a Paracas, donde teníamos reservado el hospedaje. También había la posibilidad de ir en bus (20 soles por persona) pero este no salía hasta las 2 del mediodía y aún era demasiado pronto, por lo que decidimos coger el taxi (un poco más caro) para aprovechar el día.

A cabo de 1 hora llegamos a Paracas y nos dirigimos al Paracas Backpackers House. La verdad es que estamos bastante decepcionados con este hospedaje pese a las buenas críticas que habíamos leído. Para hospedarse es correcto (nos costó 62 soles la habitación triple) pero la información que te dan los dueños del hostal acerca de las actividades que se pueden realizar son del todo desacertadas.

Preguntamos sobre la dificultad de ir en bicicleta por la Reserva Nacional de Paracas y nos recomendaron esta opción, "mucha gente lo hace" nos dijeron. Ellos mismos nos alquilaron las bicis (30 soles por persona). Cual fue nuestra sorpresa cuando comenzamos a pedalear y vemos que el camino era por la carretera donde pasaban camiones cada dos minutos. Además, dado que es zona de desierto, el viento soplaba con fuerza y el suelo no era adecuado para andar en bicicleta ya que era arena y costaba mucho avanzar. Tan solo llegamos al Centro de Interpretación, la puerta de entrada al Parque Nacional, y tuvimos que pagar 15 soles de la entrada que también nos serviría para visitar las Islas Ballestas al día siguiente.

Volvimos al hostal bastante enfadados pero los dueños del hostal se hicieron los despistados, que si eso era el desierto, que el viento era normal...en fin, no nos dieron ninguna opción ni disculpa de la mala información que nos habían aportado. Contratamos con ellos el tour a Islas Ballestas y a la Reserva Nacional de Paracas, ya que de ésta última no habíamos podido ver nada.

Pingüino de Humboldt
Al día siguiente de 8 a 10 era la visita a Islas Ballestas (20 soles). Todos los tours son iguales, te montan en una lancha de unas 20 personas y te llevan a ver el Candelabro, un geoglifo gigante que está pintado en la ladera de una duna y que no se sabe quien lo hizo, y posteriormente te llevan a las Islas Ballestas donde se pueden observar algunos pingüinos de Humboldt, leones marinos y muchas especies de aves, palmadita en la espalda y "ja l'has vist prou" de vuelta pa casa.

Des de la lancha se observa como las rocas están cubiertas de guano (excrementos) de las aves que allí viven. Este guano lo recogen cada 8 años aproximadamente y lo venden al extranjero, lo que genera una fuente de ingresos importante.

La verdad es que el lugar es bonito pero el tour es muy prefabricado y atestado de turistas. Además, no hay gran cantidad de leones marinos o pingüinos. Nos explicaron que la reserva era muy grande y que había zonas en que había gran cantidad de animales pero que no son accesibles al turista para la protección de éstos. También nos dijeron que había posibilidad de alquilar una lancha particular pero esto puede costar más de 200 dólares y tampoco sabemos con seguridad si se podrían ver más animales o no.

León marino llamando a su cría
A las 11 de la mañana hicimos el tour por la Reserva Nacional de Paracas. Un fracaso estrepitoso. Nos costó, en el mismo hostal, unos 30 soles. Un autobús enorme con un montón de turistas. El guía, sin molestarse mucho, nos iba contando los lugares donde íbamos parando pero también donde debíamos hacernos las fotos. Vimos la Catedral (una formación peculiar de rocas en el mar que fue destruida hace unos años por el terremoto) y algunas playas bonitas donde la gente se baña en verano. Íbamos haciendo las paradas de rigor para hacer las fotos, sin ningún tipo de autonomía, al más puro estilo borreguesco. Pero lo mejor de todo fue cuando el guía nos "recomendó" comer en un restaurante en una de las playas y nos hizo perder como una hora para eso.  ¿Y si no me apetece comer ahí? La guinda del pastel fue cuando el guía pidió a la gente que le diera propina!!! Oh my God!!! I can't believe it!! Por supuesto nadie le dio nada, ni las gracias.


Pues bien, luego nos enteramos que podíamos haber recorrido el Parque Nacional de Paracas en taxi privado y que nos hubiera costado unos 100 soles, lo cual hubiera salido a cuenta y hubiera sido mucho más bonito.

León marino trabajando duramente
Pero bueno, ¡¡de todo se aprende!! E lugar en sí es bonito pero siempre que no se haga con tour. El paisaje es mayoritariamente desértico y se pueden practicar actividades de sandboard e ir con buggy por la dunas. En verano además se llena de turistas nacionales que van en busca del sol y la playa. El tema de ver animales, por lo menos des de nuestra experiencia, no ha sido muy satisfactorio pero es un lugar diferente si lo comparas con la selva o los Andes. Es la gran variedad que tiene Perú.

Pelícano


Pues después de este par de días en Paracas, nos volvimos a Ica (por 20 soles por persona en bus) ya que des de allí, continuaríamos nuestro viaje hacia Palpa y Nasca...