Pajareando por Perú: Primer contacto con la Universidad, conducir en Cuzco y el Cristo Blanco.

Hoy ha sido un día provechoso. Y os vamos a explicar por qué.

A primera hora de la mañana nos hemos dirigido al Paraninfo Universitario situado en la Plaza de Armas. Un lugar muy bonito y de un gran parecido a los patios andaluces. Allí nos hemos reunido con Delmia, Profesora de Antropología de la Universidad San Antonio Abad del Cusco. La idea era poder explicarle mi interés en vincularme a algún grupo de investigación de la Universidad para poder coger práctica en el ámbito de la Antropología. Me ha presentado a algunos colegas de profesión y al jefe de Departamento. Uno de los colegas me ha explicado que trabajaba en el Ministerio de Cultura y que ahí podía participar ya que tenía diversos proyectos en curso, algunos muy interesantes con comunidades indígenas en la selva.

Pero cuál ha sido mi sorpresa cuando le proponen a Javi hacer un taller de fotografía para la asignatura de Antropología Visual. ¿What? Nos hemos quedado un poco estupefactos pero muy contentos de tener motivaciones y perspectiva de participación con la Universidad. Aunque yo he llegado a una conclusión: Javi es el verdadero protagonista de este viaje.

Posteriormente nos hemos ido a callejear un poco, nos hacía ilusión ver una exposición fotográfica que nos habían recomendado. Se trataba del artista peruano Martín Chambi. Cuando ya estábamos en la puerta, a Javi le ha cogido un apretón de muerte (más que nada por el color fantasmal de su cara) y nos hemos ido en busca del bar más cercano.

Esto ha sido por la mañana. Por la tarde nos hemos aventurado a coger un coche. Más bien Javi se ha aventurado y la verdad es que no lo ha hecho nada mal. Aquí conducir es peligroso pero ser peatón aún más. Así que contábamos con un mínimo de seguridad.

Nos hemos dirigido al Cristo Blanco junto con Imelda, nuestra estupenda guía autóctona que no sabía como llegar al destino (jeje). Pero finalmente, siguiendo a un bus turístico (Sightseeing Cusco) ¡lo hemos conseguido! Allá arriba hacía un frío que pelaba por lo que he decidido ponerme el gorrito tan calentito que me regalaron mis compis de trabajo. Pero cual es mi sorpresa cuando...¡calaba el aire! Al final me tendré que comprar un gorro típico de aquí. Os dejamos unas imágenes de las espectaculares vistas.